Seis meses después de la firma de tres órdenes ejecutivas que sentaron las bases de la política migratoria de Joe Biden, el Departamento de Seguridad Nacional (DHS) dio a conocer ajustes y nuevos planes de la Casa Blanca en un tema que tiene dividido al país.
Seis meses después de la firma de tres órdenes ejecutivas migratorias que sentaron las bases de la política de Joe Biden, el Departamento de Seguridad Nacional (DHS) dio a conocer ajustes y nuevos planes de la Casa Blanca en un tema que tiene dividido al país.
De acuerdo con lo anticipado por el mandatario en febrero, la política migratoria se basa en tres áreas:
- Crear una fuerza de trabajo para la reunificación de familias separadas forzosamente por el gobierno de Trump al momento de pedir asilo en la frontera;
- Crear un marco de trabajo integral para ver las causas de la inmigración hacia Estados Unidos y, al mismo tiempo, un proceso seguro para las personas que buscan asilo; y
- Restaurar la fe en el sistema migratorio legal y fortalecer los esfuerzos de inclusión para los nuevos ciudadanos estadounidenses.
Si bien los tres ejes están en marcha, el gobierno presenta dificultades para atender problemas y la capacidad de respuesta no es suficiente, como por ejemplo para contener la crisis que se vive en la frontera con México.
En julio se llevaron a cabo más de 212,000 encuentros, la cifra más alta en un solo mes en 21 años. Y la semana pasada un juez federal de Amarillo (Texas), ordenó al gobierno restablecer el Programa de Protección del Migrante (MPP) decretado por Trump en 29018 y que entró en vigor a finales de enero de 2019.
En dos años (hasta que Biden lo eliminó en enero de este año), el protocolo envió a México más de 68,000 migrantes a esperar la resolución de sus casos de asilo en tribunales estadounidenses.
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